ARTÍCULO COMUNICACIÓN Y PARTICIPACIÓN SOCIAL No. 9 AGOSTO 2022

MARCO GENERAL DE LAS FUNCIONES ADMINISTRATIVAS EN SALUD

INTRODUCCIÓN

Como administrador en funciones, ejerciendo como parte de una estructura hospitalaria, en cualquiera de los cargos, desde la sub jefatura hasta la dirección  general, la persona que asume y acepta el cargo que implica administrar requiere –necesita-, muchas habilidades diferentes para tener éxito. Al carecer de estas habilidades se explica porque es que hay tantas organizaciones, negocios, instituciones que fracasan o simplemente no sirven para nada y para nadie.

Se cree, muy erróneamente, que ejercer la administración, sea como líder, jefe, encargado, supervisor, director, etcétera, implica sólo dar órdenes y saber hacerlo, craso error, el administrador no siempre ordena, para eso están los mandos (por eso se llaman mandos, de mandato), el administrador controla, dosifica, utiliza y aprovecha, para hacer su trabajo gira instrucciones.

Sabemos, porque la experiencia nos lo demuestra, que no es tan sencillo como llegar, ver cómo están las cosas y cambiar todo.

En México, sobre todo en las instituciones de gobierno, estamos muy acostumbrados (lamentablemente) a que cuando hay cambio de administración, también hay cambio de todo. El “nuevo” trae a “su gente”, sus ideas, cambia de modo en el que se hacen las cosas, despide o reubica indiscriminadamente a los trabajadores, cambia la papelería y hasta el orden de los muebles. Se escucha por todos lados que el antiguo administrador era un pelele que todo hizo mal y ahora el nuevo (como si no lo fueran a despedir también) arreglará las cosas. Pruebas de lo anterior sobran y la experiencia de quienes han trabajado en gobierno más de tres sexenios no nos dejará mentir.

Cambio de administración se traduce en perder mínimo un año en un proceso de adaptación que al final no servirá de nada, pues, como sabemos, las cosas estarán igual que antes (siempre) hasta el nuevo cambio y así hasta la eternidad.

La persona que asume la administración de un proyecto, empresa, servicio, etcétera, puede ser brillante, estar impecablemente preparada, ser capaz en todo lo que conlleva el cargo; pero a menos que las personas que trabajan estén bien capacitadas, la administración podría colapsar.

Sucede lo contrario, las personas que trabajan son quienes están bien preparadas, dispuestas y productivas, pero, a menos que exista una buena administración, la organización fracasará.

Un tercer panorama sería aquel en que ni el administrador, ni el personal están preparados, ni aportan, lo que inexorablemente llevará al fracaso. Así pues, podemos constatar que la administración no es una entidad independiente de la organización, es parte fundamental y e interdependiente de los otros. 

Por esto es que el primer y más grande error del nuevo administrador o administradoras es separarse del resto, algo así como decimos coloquialmente “pintar su raya”. Aquí debemos aclarar que nos referimos a las subjefaturas y otras entidades relacionadas, no a los equipos de trabajo operativos, como en el caso del liderazgo.

ADMINISTRACIÓN DE SERVICIOS DE SALUD

Administrar un servicio de salud exitoso, o una institución u organización de cualquier índole y con cualquier propósito, significa ser capaz de utilizar muchas habilidades. A medida que crece el cargo (junto con la organización), el alcance y la complejidad de las habilidades, así como las necesidades crecerán también.

Las demandas de los servicios de salud son únicas, no sólo…

Para el Crecimiento Científico y Humano, del Personal de Salud en Pro del Paciente

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